Hoy quiero felicitar a los muertos porque al seguir callados no yerran, porque esperan otra oportunidad de lucha una vez hallada su paz forzosa, porque tal ves dejaron tras de sí una estela luminosa o un hoyo profundo cuando se quedaron quietos.
Retornaron a su elemento en contra de su voluntad, siguen tan solos como muchos vivos, tan ausentes como los presentes, tan vacíos como los vanidosos. De su risa queda el eco, de su llanto el olvido y de sus palabras, alguna huella inconexa al estilo de versos sueltos.
Sus sueños, ya sin color, se asemejan a los sueños irrealizables de muchos vivos, que estan aparcados como vehículos en espera de su desguace, sin una fecha precisa para ello.
A los muertos, alejados del brillo de los días, se les difumina la silueta por las sombras que el paso del tiempo fue colocando sobre ellos como capas superpuestas.
Acaban siendo más ellos que nunca o menos ellos de lo que creyeron ser. Ya no hay flashes impactando, ni suena la música de los halagos que a tantos pone a danzar. Felicito a los muertos por su silencio, gran consuelo enmedio de tanto griterío. Aunque en ocasiones haya poca diferencia entre los vivos y los muertos...¿Quien quiere estar muerto?
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