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viernes

🟡 EL SUEÑO DE LA MUERTE


La muerte es como un sueño reparador para los que se duerme en sus abarcadores brazos, porque descansan de sus dolores.
Porque caer en su poder, no es una novedad para esta generación, sino una constante para todas las generaciones pasadas. Todos han sido atraídos, como por un imán, hacia el socabón de su negrura, sin la posibilidad de frenar o esquivar la caída al hoyo. Y por mas que uno ame la vida, no puede escapar de esta sentencia, y por más que una ordene sus pasos, no escapará de caer en el oscuro cajón de los desechos.
¿Y si hubiera una posibilidad de evadir a este enemigo? ¿Por qué algunos están dispuestos a pagar dinero para alargar la vida y pero rechazan la esperanza de escapar de la muerte? Al estar alejados de Dios, la fuente de la vida, lo que para Él es sencillo, se nos hace difícil, principalmente por pura ignorancia.

EL LIBRO DE LIBROS




Cuando alguien nos manifiesta su amor por un libro, así de entrada, puede parecernos extraño al oírlo, pero se comprende mejor cuando se especifica de qué libro se trata, y se aclara que ese libro es la Biblia.
A pesar de que ha sido odiado y odioso para muchos, es amado también por muchos otros, mostrando que a casi nadie deja indiferente esta colección de libros.
La pequeña y especial biblioteca de que se compone este universal libro es una fuente inagotable de información de todo tipo. Contiene guía y consejo para todo aspecto de la vida, si no de una forma directa, sí por medio de los principios generales que contiene. Estimula a la razón y al buen juicio, contiene sabiduría que es útil siempre y que sigue actual a pesar del paso del tiempo.
En ella se expone el propósito y razón del ser humano, mostrando que es la expresión misma de Dios para la humanidad, su palabra, su dicho para el género humano.
En sus páginas se manifiesta cual es la mejor manera de beneficiarse de su contenido, y lo hace, con una ilustración, comparándolo a la búsqueda de un tesoro escondido, lo que requiere cierta cantidad de tiempo, esfuerzo y dedicación entenderlo.
¿Por qué haría Dios tal cosa? ¿Por qué ocultaría ese tesoro a la vista de alguien? Muy sencillo; Él sabe mejor que nadie que no todos valoran esa joya que es la sabiduría practica. Así, sólo quien de verdad quiere adquirir esa sabiduría, la obtendrá.
Ya dijo Jesucristo, el mayor defensor y cumplidor de la Palabra, que las perlas no son cosas para lanzarlas a los cerdos, las pisotean sin miramientos porque no las aprecian en absoluto. Aunque la comparación parece algo dura por el animal utilizado para la ilustración, a menudo es así como se trata con los principios y leyes bíblicas por parte de quienes los desprecian, o simplemente no los valoran.


sábado

MI DIOS LEAL

Mi gran Dios, quiero que sepas, aunque creo que ya lo sabes, que si he de tener un dios no me voy a dedicar a perder mi tiempo con alguno de esos menores, creados por tus enemigos para manejar a los humanos en beneficio y gloria suya. Si he de adorar a alguien voy a mirar a lo más alto y a lo mas profundo para darle toda mi admiración y todo mi respeto a quien en justicia se lo merezca.
Los falsificadores de obras de arte y de los llamados vienes de lujo están perseguidos por la justicia humana, multados o castigados por ella. También, todo artista o persona creativa, exige sus "derechos de autor", pide que se le reconozca la autoría de su obra creada porque eso se considera lo justo. Pero a ti, al diseñador y creador del universo, al proveedor de todo lo que requiere la vida, ati se te ha relegado a la no existencia, a una total ausencia de alabanza, se te ha privado del reconocimiento que te mereces por parte de quieres viven, respiran y gozan de vida gracias a tus minuciosos diseños y a tus realizados proyectos. Aunque tú has dicho que nos parecemos un poco a ti hay quien piensa que es al revés, que tu te pareces a nosotros. ¡Que ilusos podemos llegar a ser!
Tu fuerza y empuje, tu poder y dinamismo, tu ternura y amor, tu arte y sensibilidad están impresas como un sello tuyo en todas tus obras
!Oh mi Dios! ¿Quién puede inventarse un Dios como tú? ¿Quién puede frenar tu arroyadora personalidad o detener tus maravillosos proyectos?
Apenas si tus enemigos logran oscurecer tu nombre o esconderlo mientras ensalzan a categoría de dioses sus miserables obras de vanidad.
¡Dios con historia! Dios ligado y comprometido con la humanidad desde su inicio, que le pregunta una y mil veces al hombre el porqué de su dañino proceder en detrimento suyo y de sus iguales. Que no deja a oscuras y sin guía moral a los humanos pero respetando su libre albedrío, avisando de las consecuencias de sus actos erráticos pero sin forzar a nadie a nada. Que contraste con algunos humanos que, con unas décimas de poder, intentan subyugar a todo el que se les opone.
En tu cercanía hay libertad porque tu atractiva personalidad con todas tus cualidades es mas que suficiente para desear permanecer disfrutando de tu lealtad.
¡Oh Jehová¡ ¡Dios de la vida! Tu eres el único ante quien estoy dispuesta a inclinarme todos los días de mi vida, porque en justicia eres el único que se lo merece.


TU PERSONAL ATENCIÓN

Hace tanto tiempo que me hice visible a tus ojos que temo olvidar lo mucho que me costó apartar la densa cortina y deshacer las capas de cal solidificadas que produjeron las goteras en mis ojos, durante años de indiferencia y olvido. Valoro como nada esta última energía que me produce saberte cerca, esta tranquilidad sin nombre que me da conocer tu voto de confianza en mí, esta agilidad con que viajo por la vida y esta paz con que coronas mis días.
Porque si he de ser instrumento, prefiero ser una saeta en tus manos, antes que un Stradivarius en las manos de un necio. Si he de ser alojada, prefiero serlo en tu casa hecha de ramas y paja, que en la del tonto revestida de oro y piedras preciosas. Me instruyes en lo estrecho de las callejuelas y en tu campo abierto se regenera mi filtro pulmonar, ansioso de más y más verdades. Monté en innumerables ocasiones a la grupa de unas letras que marchaban a la batalla de una guerra, y entre tanto corcel cabalgando, me envolvieron las letras escritas a fuego, agua, aire y tierra, como sudario propiciatorio ante el anuncio de una muerte humillante.
Ellas me hicieron cabaña sobre la arena, choza entre la maleza de la selva, hórreo sobre la humedad del valle, roca entre corrientes de aguas. Hablar de nuestras cosas se hizo agradable rutina como el desayuno, el almuerzo o la cena, tus intimidades lanzadas hasta los cuatro extremos de la tierra, las mías, ocultas en lo más recóndito de mis entrañas. Tú siempre tienes más cosas que contarme a mí de las que yo jamás pueda contarte, aunque te hable una y mil veces las mismas miserias mías, nunca te burlas de ellas. Me reconforta tu sonrisa leve de comprensión, me basta con tu oído atento a mis deliberaciones y tus manos extendidas en señal de bienvenida.
¿Puede haber algo más grande que sentir tus brazos fortaleciendo mi flaqueza?
Mis persistentes y móviles dudas te incitan a mostrarme mayor comprensión y paciencia. Conocedor como eres de mi recuento neuronal dañado por la herencia e insuficiente para comprender aún la infinidad de las respuestas existentes, permites que vayan encajando ante mis asombrados ojos como las piezas de un magnífico puzzle.
Tener tu comprensión significa el revivir diario de mis huesos, significa la energía sanadora de la miel al guerrero herido, la refrescante nube de agua fría sobre el suelo caliente de verano atormentado. Mi lucha se hace entonces válida y mi dolor produce sus fragantes rosas de a destiempo, porque siendo yo imperfecta, tu bondad me da el bautismo de los hijos aceptados. Prefiero las necedades tuyas que la agujereada sabiduría de mis iguales.

UN PADRE CERCANO ES UN AMIGO

Mi padre y amigo, cuantas veces me siento motivada a expresar lo que siente mi corazón al ver en mí tu constante ayuda y protección. No me quitas los estorbos del camino pero me enseñas a eludirlos para no tropezar, no me evitas las heridas que me produce la injusticia, pero me ayudas a que no se alargue el tiempo de dolor, no evitas que mis seres queridos se duerman en la muerte, pero me das la esperanza de la resurrección. Hay secretos que me has confiado y que tú y yo solo sabemos, y hay secretos que yo te he confiado porque sé que tu lealtad es infinita, y que tu deseo de ayudarme es inacabable. Me has dado tu tiempo y tu paciencia, y hoy no puedo menos que reconocer en ti a un amigo cercano, a un padre de tierno cariño. Pero lo más grande que tú tienes es tu gran amor y ese gran poder para el perdón sin reservas. GRACIAS

miércoles

MI MAESTRO


Mi maestro querido, cuánto valoro que me instruyas en una disciplina que me sea útil y provechosa en la vida, que me enseñes la manera de proporcionar el sustento para mi casa y me muestres el orden y la estabilidad para desarrollar esa tarea.
Un buen maestro como tú, argumenta sus enseñanzas, apela al razonamiento y hasta él mismo las ejecuta para que el alumno tenga el mejor de los ejemplos y la más sólida de las guías. Un buen maestro como tú lo eres, aunque cuenta con la intuición de sus alumnos, se asegura del buen entendimiento de la enseñanza a transmitir y , para ello, hace uso de la repetición y el repaso sistemático de las materias.
Tú me has querido instruir con paciencia en cosas grandes y superiores, de un calibre muy alto para mi limitada mente de barro.
Tengo la seguridad de que sólo tú sabes mis limites y conoces mi esfuerzo por entender todo lo perteneciente al área del espíritu. Sé que eres el único que puede determinar el coeficiente de mi intelecto y por eso no me pides lo que no tengo.
Sabes detectar y conoces perfectamente mis emociones y por lo tanto mis límites emocionales, mis carencias en cuanto a comprensión son evidentes y por esa razón me has mostrado una paciencia sin límites. Puedes ver mis genes dañados, como suspendidos de sus tareas originales esperando una reparación que los restaure. Es entonces cuando veo que eres un maestro que trata a sus alumnos de manera individual, que apruebas el examen según nuestras particulares actitudes, según las capacidades, según nuestra fuerza, según nuestra inteligencia. Y debes de sentir piedad por la impotencia de no poder mostrarnos todo cuanto una mente humana perfecta pudiera asimilar.
Seguro que tú sientes piedad de tus alumnos pero lo equilibras con tu paciencia. Es por eso que a diario asisto a tus clases con alegría sabiendo que tú eres el primero que acudes a la cita y sigues instruyendome, tú no te cansas de ser un instructor, de ser el mejor de los maestros.

MI AMIGO

Amigo mío, en mis circunstancias difíciles es cuando mejor te he conocido porque he podido meditar también en tus tiempos más dificiles y valorar en su justa medida tus dias más dolorosos y tristes, porque así he podido comprenderte mejor y hacerme partícipe de tus propios sentimientos. Aunque la distancia sea abismal entre tu y yo he avistado tu corazón herido por un daño inmenso, por un desprecio cruel hacia tu persona, tu obra y tu nombre. Si alguien sabe de calumnias tú eres la primera victima de ellas. Tú sabes mejor que nadie lo que es la difamación, la burla, la traicion, la ignorancia y la ceguera voluntaria de tantos de tus hijos. Ha sido en esos días de negrura y de dificultades cuando he visto tu mano extendida y abierta diciendo; aquí me tienes. Y si algo valoro verdaderamente de un amigo es la lealtad, esa clase de apego en los momentos duros que persiste hasta que remontas la dificultad y que aún sigue ahí hasta que la lucha logra su éxito. Entonces puedo ver tu alegría uniéndose la mía.
Y que otra cosa podría uno esperar de un verdadero amigo sino que se una a nuestra alegría, que pueda gozar con nuestro gozo o compartir tiempo, sabiduría y esperanzas. Ése eres tu para mí, el amigo fiel que sin hablar me entiende, que sin llorar conoce mi pena, que sin reír sabe de mi profunda felicidad. Por eso me fío de ti como de nadie, por eso confío más en ti que en mi propio corazón. Y aunque nos vengan más días difíciles, yo sé que contigo no lo serán tanto.

martes

MI PADRE


Padre mío, desde el inicio de tus creaciones tu poder y sabiduría son manifiestos, son evidentes y fueron imprescindibles para llevar a cabo tal proeza de diseño y fundamentación de materiales que componen el universo. Esto no admite discusiones en las que la mente humana, con sus infinitas limitaciones, no salga abrumada y desconcertada. Es por este motivo que busca el hombre toda clase de excusas y argucias para no encontrarse contigo y reconocer tu grandeza, para anularte del pensamiento como el autor indiscutible, aunque les sea vital seguir disfrutando del compuesto del aire que tú mismo has diseñado para la subsistencia suya. Acostumbrado como el humano está ha ser acaparador de cosas que a la postre le esclavizan, le cuesta comprender que tantas cosas le hayan sido dadas para su bien sin otra contrapartida que no sea el respeto y la obediencia a tan magnífico benefactor. Sin embargo el hecho es bien evidente; todos sin excepción, tenemos a nuestra disposición los elementos para nuestra supervivencia.
Pero ahora aparece en su esplendor la mezquindad humana para adueñarse de los medios de subsistencia de sus iguales, para apresar o hacerse los manipuladores de la vida de otros humanos y de sus proles.
Nada que objetar a tu abrumador surtido de provisiones, a la abundancia de exquisiteces, pero una reprobación absoluta del exacerbado egoísmo de los que, en nombre propio se arrogan todo tipo de derechos sobre la vida de otros. Y en cuanto la justicia se refiere, no hay mayor injusticia que no ser agradecidos y no devolver ni las gracias a quién tanto dió de sí mismo. Por lo tanto te suplico que perdones mis descuidos y revises mis contenidos no sea que me vuelva tan insensible como un canto rosado que arrastra el agua del arroyo. Sigue dándome como padre ese consejo pertinente y esa corrección imprescindible ante mi limitada pequeñez. Que tus brazos protectores sean el refugio de mis días grises y el apoyo fiel en mis noches de desvelos, no cabe esperar menos de un padre verdadero.

MI REY


Mi gran Rey, en tu compañía las lágrimas suelen ser menos frecuentes, la oscuridad menos temida, el miedo menos paralizante y la soledad más fructífera.
Cada vez vibra más auténtico el amor agape y se desarrolla más en lo profundo mientras se va arraigando el sentimiento de lo impersonal, el sentimiento que va diluyendo el propio ser para formarm parte de tu vibrante creación, para ser de verdad barro en tus manos, para sentirme de verdad parte integrante del obrar de tu fuerza.
No es nada fácil con tanta apelación al ego, con tanta flauta encantando a los heredados ratones de nuestro egoísmo, con tanto ególatra en su pedestal queriendo igualarse a ti. Sólo mirando tu gran paciencia he adquirido paciencia, sólo sabiendo de tu amor pude ensanchar mi amor y, aunque te llamo Rey, porque lo eres, también te llamo Padre porque me lo has demostrado desde que tomé conciencia de mi existencia delante de tus ojos. Porque tu cuidado hacia la diminuta y debil persona que soy por dentro es constante y todas mis necesidades cubres a su propio tiempo.
Mis dudas e interrogantes duran lo que tardan en llegar a tus oídos y las respuestas siempre son satisfactorias. Me instruyes de una forma magistral, ocasionalmente y de continuo, con una disciplina deseable, usando las palabras y en tacto de verdadero maestro que redireccionan cualquier mal paso en mi camino y esclarecen cualquier punto de oscuridad.
No hay duda de que, como amigo, eres muy entrañable, muy cercano y hospitalario, el amigo verdadero que no te deja en tiempos de dificultad ni se avergüenza de tus imperfecciones sino que las comprende y te ayuda a estar erguido mientras las superas.
Qué alegría sentir tu sonrisa cómplice, tu poder más allá de lo normal y tu paz que supera todo entendimiento.
Cuanto más cerca estoy de ti, menos importante me parece mi dolor ante la injusticia, de tu humildad aprendo a ser humilde porque tu ejemplo es abrumador en este sentido, porque no haces alardes de tu poder ante los débiles, ni te mofas de los caídos que te piden ayuda para levantarse.
Tú eres el que suplica por favor a tus hijos, el que advierte una y mil veces al que anda por un camino a ninguna parte para que rectifique y llegue al buen destino de la vida. Veo que hay tal nube compañeros de viaje, de colaboradores de propósito, que siempre hay alguno hablándome al oído, tanto como si voy mal como si voy bien, unas veces para ayudar a levantarme y otras para levantarme ánimo, tanto si son de este siglo como de siglos pasados, se agradece tanto los buenos compañeros en el camino.

lunes

MI LIBERDAD DE ESCOGERTE



Me adhiero a las huellas de tus dedos y a causa de tu aliento sobrevivo, cada una de esas obras tuyas me sorprende, me deja boquiabierta, me apabulla. Siento tu amor como las alas del águila protectora con sus polluelos, como esa madre que acuna en su regazo al hijo hasta que concilia el sueño antes de que llegue el alba. No quiero exiliarme de tus ojos ni vivir la aventura de cruzar un campo a través despreciando el camino de regreso a ti, nada puedo alegar en mi defensa ante las caídas, por ello confío en una clemente absolución por tu parte. Esa mano del hombre tendida al pordiosero es una migaja comparada con tus brazos protectores, cálidos, leales y seguros. Me has tejido con fibras de amor puro y, porque derramo lágrimas por la injusticia, sé que no soy una vulgar bestia que no pueda dialogar con su padre de dinámica fuerza. Me falta mucho aún por conocerte pero ya me apasiona lo que de ti conozco, soy consciente de que una eternidad sería necesaria para asumirte y aún así será imposible. Aunque por un tiempo pueda perderme por esta insensatez humana que arrastro como herencia, confío en tu capacidad de amar para volver a encontrarme.

Ya que me he pasado media vida buscándote, amén de librar unas cuantas batallas por escucharte, confío en que no olvides mi nombre y aquel temor primero de hoja temblorosa en la copa de un árbol a punto de despegarse de la rama. Con tu gran generosidad me has regalado una paz incomprensible para todos los sabios de este mundo y, por el simple hecho de contarte mi dolor, tú te lo tragas para siempre. Así, ahora he quedado aún más libre que cuando escogí adherirme a las palmas de tus manos. Sé que aún no ha llegado la hora de mi silencio pero cada vez me cuesta más dolor abrir mis labios, dejar salir el aire de mis pulmones para que vibren las afinadas cuerdas que pusiste en mi garganta, con sonidos cadenciosos para que sirvan de dulces ungüentos a las almas que sufren, cada vez son más numerosos los que sufren y sus llagas más profundas e incurables.
Tú sabes mejor que nadie cuanto valoro el silencio como uno de los tesoros escasos, como lo único que me permite pensarte, reflexionarte, colocar cada objeto en su estante, cada letra en su abecedario, llamar a cada cosa por su nombre, hacer un minucioso repaso de mis haberes para averiguar el saldo existente a mi favor o por el contrario, saber cuan grande es mi deuda. Pero tú me has condenado a denunciar con palabras, a notificar a los hipócritas su desacato, a rechazar la incoherencia o la farsa. Dolorosa condena la mía que siempre he sido amante del silencio, ese que me habla para que paradójicamente pueda ejercitar mis tímpanos como temprana puerta al laberinto donde los sonidos nadan en endolinfa e insisten en procurar placeres a las razón, porque las sinrazones duelen al llegar retumbando a mi cerebro como ese gong metálico que produce un único sonido molesto e impreciso. Ese dulce sonido de la razón viene siempre de la mano del silencio y la meditación en tu exactitud matemática. Necesito escuchar aún todo lo que ignoro, todo eso de que carece mi conciencia para continuar viva, alerta a la invasión de los pájaros negros que tiñen sus plumas con la blanca cal de la apariencia. Dime; ¿Hasta cuando tengo que esperar para otro de mis largos silencios?

martes

ARRAIGAR















Pasan tormentas, tornados y huracanes pero ni siquiera se estremece la raíz del árbol que llegué a ser con tu sustento. Caen las hojas, tiritan las ramas bajo la nieve caída durante el invierno pero siempre hay una primavera para los que buscan tu aliento. Tanto eres refugio del rico humilde como del pobre sabio, ambos confluyen en el hueco de tu mano viviendo la íntima alegría que conocen los despojados del orgullo y la altisonante necedad. Quiero seguir teniéndote como el espejo que me reproduce tal cual soy.
Tú no me devuelves una imagen distorsionada para forzarme a vivir esa mentira que se halla suspendida en el denso aire que enfaja a nuestra Tierra.
¡Cuánto le cuesta al pastoso barro seguir las pautas del fuego!
¡Qué difícil elevarse sobre la opresiva masa de incongruencias!
Es costoso remover paso a paso el pensamiento cóncavo para que al fin se proyecte libre tu pensar convexo en grado superlativo.
Solamente se logra la intimidad contigo desde el minucioso escrutinio de tus letras, acrisoladas por todos los fuegos que encendió y apagó el tiempo.

CONFESIONES

Mi gran Rey, en tu compañía las lágrimas suelen ser menos frecuentes, la oscuridad menos temida, el miedo menos paralizante y la soledad más fructífera. Cada vez vibra más auténtico el amor ágape, y se desarrolla más profundo y va arraigándose el sentimiento de lo impersonal, el sentimiento de la dilución del propio ser para ser parte de tu creación, para ser de verdad barro en tus manos, para sentirme de verdad parte integrante del obrar de tu fuerza. No es nada fácil con tanta apelación al ego, con tanta flauta encantando a nuestros heredados ratones del egoísmo, con tanto ególatra en su pedestal. Sólo mirando tu gran paciencia he adquirido paciencia, sólo sabiendo de tu amor pude ensanchar mi amor y, aunque te llamo Rey, porque lo eres, también te llamo Padre porque me lo has demostrado desde que existo delante de tus ojos. Porque tu cuidado hacia mi diminuta persona es constante y todas mis necesidades cubres a su propio tiempo.
Mis interrogantes duran lo que tardan en llegar a tus oídos y las respuestas siempre son satisfactorias. Me instruyes de una forma magistral, ocasionalmente y de continuo, con una disciplina deseable, usando palabras de verdadero maestro para redireccionar cualquier mal paso en mi camino. No hay duda de que, como amigo, eres muy entrañable, muy cercano y hospitalario, el amigo verdadero que no te deja en tiempos de dificultad ni se avergüenza de tus imperfecciones sino que las comprende y te ayuda mientras las superas. Qué alegría sentir tu sonrisa cómplice, tu poder más allá de lo normal y tu paz que supera todo entendimiento. Cuanto más cerca estoy de ti, menos importante me parece mi dolor ante la injusticia, de tu humildad aprendo a ser humilde porque tu ejemplo es abrumador en este sentido, porque no haces alardes de tu poder ante los débiles, ni te mofas de los caídos que piden levantarse. Tú eres el que suplica por favor, el que advierte una y mil veces al que anda en el mal camino, para que rectifique y llegue al buen destino. Y hay tal nube compañeros de viaje, de colaboradores de propósito, que siempre hay alguno hablándome al oído, tanto como si voy mal como si voy bien, unas veces para corrección y otras para encomio, tanto si son de este siglo como de siglos pasados.
(II)
Padre mío, desde el inicio de tus creaciones tu poder y sabiduría son manifiestos, son evidentes y fueron imprescindibles para llevar a cabo tal proeza de diseño y fundamentación de materiales. Esto no admite discusiones en las que la mente humana, con sus infinitas limitaciones, no salga abrumada y desconcertada. Es por este motivo que busca el hombre toda clase de excusas y argucias para no encontrarse contigo y tu grandeza, para anularte del pensamiento como autor indiscutible, aunque les sea vital seguir disfrutando del compuesto del aire que tú has diseñado para la subsistencia.
Acostumbrado como el humano está ha ser acaparador de cosas que a la postre le esclavizan, le cuesta comprender que tantas cosas le hayan sido dadas para su bien,sin contrapartida. Sin embargo el hecho es evidente; todos, sin excepción, tenemos a nuestra disposición los elementos para nuestra supervivencia. Pero ahora aparece en su esplendor la mezquindad humana de adueñarse de los medios de subsistencia de sus iguales, de apresar o hacerse los manipuladores de la vida de otros humanos y de sus proles. Nada que objetar a tu abrumador surtido de provisiones, a la abundancia de exquisiteces, pero un sí a la reprobación absoluta del exacerbado egoísmo de los que, en nombre propio se arrogan todo tipo de derechos.
Y en cuanto a la justicia se refiere, no hay mayor injusticia que no ser agradecidos, de no devolver ni las gracias a quién tanto nos dio. Por lo tanto te suplico que perdones mis descuidos y refines mis contenidos no sea que me vuelva tan insensible como una piedra del arroyo.