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viernes

BELLEZA OBJETIVA, O NO


Algo de historia

Desde el Renacimiento, época en que se aplicó el concepto de belleza a la harmonía de las cosas que nos rodean,
siendo el cuerpo humano su mayor exponente, dicho concepto ha tenido sus oscilaciones de péndulo o de gráfico lineal activo. Aquella especie de eclosión del arte influenciada por el Humanismo propició un avance y propagación de diversas formas de éste en todas direcciones, aunque muy especialmente hacia y desde el antropocentrismo. La cuna, Italia, la cama donde se fue instalando, toda Europa. La belleza del cuerpo humano se hizo evidente una vez perdido el temor a plasmarlo en los lienzos y la piedra. Esta proyección desde toda perspectiva posible se valió de la inestimable ayuda de la perspectiva lineal convergente en el no menos famoso punto de fuga, cuyo precursor fue Andre Mantegna con su obra Cristo muerto.
El cuerpo humano llegó a ser uno de los paisajes más visitados por los artistas, pioneros como son siempre de la belleza de todo tipo. En la iconografía del arte nos queda la Gioconda y el hombre de Vitrubio de L. da Vinci, el David y la capilla Sixtina de Miguel Angel, La Velata de Rafael. Aunque el arte y sus múltiples estilos sufran las idas y venidas, las subidas y bajadas de los acontecimientos históricos, la belleza no deja de hacer guiños cómplices a sus amantes y puede ir desligada de todo producir artístico para citarse con ellos en los jardines, ciudades, valles, ríos y montañas. No deja de incitar a los sensibles al éxtasis momentáneo o a la paralizante enfermedad de Stendhal.
No se tiene que relacionar necesariamente la belleza con el misticismo, debería mas bien relacionársele con la alegría, con un sentido lúdico y positivo de la vida, con el arte de abstraerse positivamente ante las adversidades. Hete aquí el lado útil de la belleza.
¿Por qué nos parece hasta cierto punto bello y admirable un cuadro famoso en el que se representa un ser amorfo, inarmónico, excluido de todo canon de belleza?
¿Puede llegar a parecer bello algo que fuese desechado como tal por todos los entendidos en la materia?
La belleza está en la armonía de la composición, en el equilibrio de colores, luces y sombras, proporciones y estrategia de la obra sobre el lienzo. Pudiera ser ese el principio de la libertad en el tema tratado aquí, una especie de concepto subjetivo de lo que es bello o no. Si eso fuese así, puede entenderse mejor alguna de la fealdad del arte moderno y contemporáneo. Como la realidad se impone, en cada circunstancia o tramo de la historia se nos ha impuesto un canon distinto. Pasamos de las redondeces y las pieles blancas a la escualidez y la piel tostada, de la mujer catalogada como femenina pero sometida a todo, hasta la combativa competidora social.
Con esta simpleza solo quiero decir que a cosa tan grande como es la belleza no se le puede colocar tan estrecho corsé temporal. Que puede ser una realidad subjetiva ya que mientras a uno le cautiva la belleza de los medios desplegados en una tormenta, a otro le extasía un arrebolado amanecer. Para las cazadores de tornados puede que no haya nada mas digno de admiración que la visión del fenómeno atmosférico, con independencia del daño que éste pueda causar en campos y ciudades. Un pintor puede extraer belleza de un lúgubre callejón y plasmarlo en su lienzo de forma que llegue a muchos otros la propia visión suya en forma de poéticas pinceladas, pero otros muchos, puede que sólo vean sombras carentes de atractivo. Muchos artistas no siguen la pauta de armonía-belleza, adoptando así una cierta rebeldía. Pudiera decirse que este concepto de armonía-belleza es Clásico. La belleza en la música nos lleva a disfrutar de piezas armoniosas, de sonidos y ritmos equilibrados, donde cada elemento instrumental está colocado sin estorbar al otro sino realzándolo, donde las notas que salen de cada instrumento se entrelazan en la sinfonía o pieza musical en cuestión para hacer un todo del que sólo tomamos consciencia de que lo es, al terminar de oírla.
Difícilmente puede una música inarmónica enamorarnos y despertar nobles sentimientos.
Por otra parte, la llamada belleza interior tiene el mismo sostén hegemónico, la armonía. La persona con esta cualidad tiene un pensamiento armonioso, en donde sus ideas, creencias, sentimientos, conocimientos y otras muchas cosas están perfectamente entrelazados y asociados para producir una opinión coherente con el actuar y una realización acorde con el pensar.
Las creencias o certezas se sostienen ante las dudas y las inconsistentes veleidades. La belleza en el interiorde una persona puede ser tan atractiva o mas que la física, es tan deleitosa como escuchar la mas hermosa melodía, es como pasear por un bucólico paisaje primaveral en donde se respira paz haciéndolo de la mano de un buen amor.