Mostrando entradas con la etiqueta Miedo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Miedo. Mostrar todas las entradas

domingo

💛 DOLOR


El dolor puede hacerse una energía a la que se recurre inconscientemente, es fundamental hacer consciente esa realidad para poder librarse de él y ser uno mismo.
El dolor puede instalarse en nosotros y así nos mantiene aferrados a hechos dolorosos del pasado, impidiéndonos ser nosotros mismos y vivir nuestra realidad presente.
El dolor puede durar todo el tiempo que estemos dispuestos a darle albergue en nuestro interior. Y tiene el poder de arruinarnos la vida. Premiar al dolor es un grabe error porque lo perpetuamos y lo hacemos rey sobre nuestra vida.
No hay nada más inútil que la autocompasión y solo nosotros somos responsables de refugiarnos en ella.
Todas las adicciones son un disfraz para el dolor, y el dolor aumenta sólo con pensar en que se quede al descubierto nuestro dolor.
El amarrarse a un dolor del pasado merma nuestra capacidad de amar en el presente y nos amarga la existencia.

martes

EL MIEDO

Muchas veces he percibido que hay una dosis de miedo tras esa apariencia de valiente, tras esa similitud con el rey de la selva rugiendo y mostrando sus colmillos afilados como arma de poder.
Temes muchas cosas, y seguro que te inquieta que se descubra el blanco enfermizo de tu piel o tus dedos de mantequilla.
Aprendiste a dar órdenes y a que se te obedezcan, desde tu escondite de valiente.
Detrás de la fachada de tan aparente edificio, se esconde una corrosiva aluminosis. Estás en vías de ser desenmascarado y te entra el pánico.
Seguro que preferirás morir que hacer frente a la evidencia, porque concibes tu virtual fracaso, no como la justicia sobre la farsa, sino como el final de esa vida creada sin base.
Pero... ¡Mira! Todo estaba sólo en tu imaginación.


LOS MIEDOS





















Los miedos, en la mayoría de las ocasiones nos hacen parecer muy mezquinos y egoístas porque nos ocultamos como el caracol en su concha. El temor al qué dirán y a lo que el hombre pueda hacernos, nos arrincona en una extraña y paralizante soledad. Las más grandes traiciones pueden venir de la mano del temor por la presión de otros. No hacer frente al propio miedo nos hará cobardes o cuanto menos esclavos de los objetos de nuestro temor.
No es fácil ganar confianza cuando la mente se acostumbra a dejarse llevar por los temores. No es fácil levantarse del polvo cuando alguien o algo nos empuja a ello constantemente. Y a fuerza de los miedos, y a causa de ellos, la autoestima se resquebraja, el pensamiento se hace un círculo cerrado en el que apenas entra la luz de afuera porque la huída es el más grande alivio para nuestra angustia.
Pero se puede vencer al miedo plantandole cara, se escapa uno de la angustia haciéndole frente, porque muchas veces los miedos suelen estar enroscado tan solo en nuestra imaginación.