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sábado

LAS DUDAS


DUDA:Vacilación o falta de determinación ante varias posibilidades de elección sobre creencias, noticias o hechos.

Las dudas que no se esclarecen y no se responden prontamente, minan la confianza, estallan en tiempos difíciles dinamitando la firmeza.
Si las dudas superan a las certezas se es tan débil como un árbol sin raíces, tan variable como una nube a merced del viento.
Si las dudas están relacionadas con personas y persisten, es seguro que se perderá a tales personas, si las dudas tienen que ver con la fe y no reciben atención pronta, se convierten en un agujero que progresará hasta ser un gran socabón por donde inexorablemente  desaparecerá.
Las dudas dan como fruto la desconfianza y con la desconfianza no se edifica nada nuevo sino que se puede derribar lo ya edificado.

miércoles

LA BELLEZA QUE DESARMA TENORES


A veces nos comportamos como si estuviéramos librando una guerra, armados con argumentos de dudosa procedencia, cargados con un arsenal ficticio para una batalla imaginaria. En demasiadas ocasiones el enemigo no es más que una nebulosa en nuestro pensamiento, y que se disipa con la sonrisa de un niño en su preciso momento.
Se nos agrandan los temores alimentados por la ignorancia y como gigantes desafiantes nos hacen conscientes de nuestra miserable futilidad. Si las dudas son un ejército siempre tienes a un enemigo que se acuesta contigo cada noche.
Si la duda sólo es una, pero persistente, has caído en la maldición de la tenaz gotera y la dicotomía de ser o no ser. Cuando una inseguridad nos ha perseguido como el gato al ratón hasta cazarnos, nuestro refugio puede ser una puesta de sol custodiando la última hora de luz.
Si es el miedo al abandono el que tensó tus puños y apretó tus dientes, pudiera rescatarte de esa arena movediza la risa más alegre de tu madre que siempre está dispuesta como el amor de siempre. Y qué hay del miedo al miedo, del sudor frío por un presentido fracaso o el temblor incontrolable de la dolorosa impotencia.
La vida requiere también de nuestra valentía, y exige el apoyo de nuestro arsenal espiritual, cada vez que el aire viene cargado de desprecios. De nuevo ocurre el milagro del desarme, tan sólo con esa mano que un buen amigo coloca en nuestro hombro, y nos revive el abrazo de quien siempre nos ama.
Pero existe la culminación de los desarmes, el sumum de las estratagias, el record de las bellezas asistenciales para los humanos, la clave de muchos jeroglíficos.
Existe la fe, la certeza absoluta de no estar nunca en soledad, de saberse en el punto de mira del amor y acunados por la sabiduría, con un ropaje de luz para cubrirnos. Esa es la belleza que desarma, que pacifica, que aleja de la violencia de todo tipo y que nos hace andar sobre los cristales rotos como si de delicados algodones se tratara. Porque no hay belleza mayor que vislumbrar la sonrisa del Rey del universo.