SE PUEDE

Algunas veces se queda una sin palabras a pesar de que haya muchas en el diccionario, como queriendo escuchar el diálogo de las cosas que no hablan pero se sienten... porque es tal el revoltijo de sentimientos, de emociones y de sueños que no sabe una cómo administrar tanto, ni acierta por dónde empezar si es que hay que empezar algo. Es como hacer un pulso con una misma, como parar una avenida con las manos o encerrar en viento entre los brazos. Parece imposible pero seguro que se puede porque hay un trasfondo de paz y un danzar de la alegría. Yo a esto le llamo, un previo a la inspiracion.

LA SUPREMACIA DEL PODER

Una vez más, después de haber meditado sobre todo el desfilar de los episodios diarios, sigo pensando que nuestro vivir se cimbrea en el columpio del tiempo, sin apenas darnos cuenta de que son otros los que nos empujan. mientras nos cantan una canción bella pero muy vieja que dice : “Te quiero, te quiero”.
Así la titulan y, mientras tú te meces a su son, ellos intercambian a tu costa sus cromos con el enemigo.
–Lo tengo… me falta… lo tengo… me falta…
Es el viejo coleccionismo del poder, la más antigua de las pasiones humanas, cuando se percibe ese brillo extraño en los ojos y nos produce rechazo ese mentón que se yergue por encima del propio hombro evitando mirarnos de frente porque, para el poderoso hinchado de vanidad, no valemos mucho más que cualquier estampa de un coleccionable.