domingo

🟡 LA VANIDAD

ACOTADO Y ABIERTO
(Vanidad y vanidades)
I
Voy a cerrar el grifo de mis ideas,
a tasar con precio el desgaste de mis neuronas,
pienso poner firme coto a los plagiadores,
a los cazadores furtivos de anécdotas.
Decido dar día y hora de consulta
tal como lo hacen magas y psiquiatras
¿Acaso existe diferencia en mis versos?
¿Acaso el poeta no consuela encantando?
II
Estoy escribiendo un libro
repleto de genialidades
con esas cosas que nadie contó nunca,
será seguro una bomba
el día en que prendan su mecha,
esos años de rigor después que haya muerto.
Me honrarán con la alabanza
que en vida me negaron,
y mucho me temo que cuenten mentiras de mí.
En secreto escribo claves
robando a mi corto sueño
ese único verso imposible que aún duerme,
tengo tan buena ocurrencia
y tan poca vulgaridad
que hoy nadie puede entender
lo procaz de mi escritura.

III
¡Ay! ¡qué preñez me inunda las entrañas!

Semilla de espíritu no humana crece en interior
sin variar su auténtico programa previo.
Será brillante rayo que rompe al nacer
a la madre que le da la vida.
Con una estructura inédita de limpísima sintaxis
lleno de cómodos tiempos verbales,
con múltiples enlaces en cinta de raso
y perturbadores puntos suspensivos.
Los personajes son de insospechados rangos,
de sorprendente características,
rabiosamente atractivos.

El primer capítulo
comienza en la página cien.

IV
Será en narrativa ab ovo
pero con alusiones indescifrables,
afectado por un ramalazo existencialista
y haciendo hablar a un antihéroe...

V
Ya me encuentro en el meollo del enredo,
con todos los cabos aún sueltos
y varios finales previstos
por si se me rebelan los personajes
que hasta ahora han sido sumisos.
Me temo que acaben hablando el lenguas.
En las páginas más recientes
ya aparecen rasgos de rebeldía
de esos incalificables protagonistas,
aunque patéticos desde el principio
aparecen los típicos mediocres que hacen de relleno.
Espero que no se me encabriten y, atrevidos,
acaben imitando a mis fantasmas.
Mi obra cumbre
carece de conclusiones contundentes,
no contiene moraleja ni paradoja,
contiene puertas abiertas al lector activo
con liberada prosodia
(Que él cambie los puntos y las comas)
Con su lectura llorarán los hijos de mis hijos
y se reirán los hijos de mis nietos
porque nace con proyección de futuro.
Y es que...
creo tener en mis manos la saeta para impactar al blanco
de tanto ingenuo adormecido,
de tanto preanestesiado insulso
que espera que le llegue una mágica intervención quirúrgica
que le ampute su aburrimiento

No,
no es fácil principiar por el principio,
porque:
¿Quién conoce el principio de un personaje?
¿Quién determina el comienzo de una historia?
¿Dónde se halla el génesis de un relato?

Sí,
noventa y nueve páginas dejo yo en blanco
y sólo el avispado devorador de letras
puede que las eche en falta.


VI Querido lector,
elige tú, como siempre,
en qué capítulo, párrafo o palabra
colocas el punto final.

Barcelona 2001

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