martes

BÓRRAME ESE AMOR














Despréciame con el grado de odio que hoy preciso
para no ser reluciente jaspe sobre una tarima.
Detéstame lo suficiente o más
para dejar trizado ese retrato de tonalidades
que has hecho de mi blanco y negro.

Aborréceme hasta que puedas mirarme a los ojos
sin recelos ni temores, sin trampas ni subterfugios.
Siénteme apretando tu codo a mi brazo cómplice
y mi hombro retendrá el tuyo en los días de plomo.
Cuando me idolatres menos me amarás un poco más,
si me rechazas tres años me echarás de menos cien.

Ódiame un poco, dueño mío,
que tanto amor me está matando,
no me coloques tantas alfombras
que gusto andar descalza sobre hierba.
Descóseme y desactívame pero no me adores
Que se espera demasiado de los dioses.



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