¿Quién no ha padecido decepciones y fracasos?
Todos los humanos hemos sufrido grandes pérdidas y dolor por algunas injusticias pero lo importante es nuestra particular actitud ante esos hechos tan comunes. Si ya fue negra una noche, hubo de ser suficiente con ella, con las horas que duró, no es necesario reproducirla de nuevo y oscurecer así los días soleados, ni darle a la moviola de los recuerdos negros para que se apaguen los colores de un nuevo presente y, mejor aún, no hay que darle siquiera un segundo de espacio y protagonismo en nuestra mente. Aunque los días horribilis duren años, siempre habrá un pájaro que no deje de cantar por las mañanas, una flor que se abra generosa regalando su perfume o un niño que nos provoque una sonrisa. Tampoco dejará de haber un corazón solidario que se nos adose por el camino o una voz segura que nos hable con constancia. Porque hasta el más pobre de los ricos y el más rico de los pobres necesita que le dediquen una sonrisa verdadera, la misma que cada cual espera recibir porque confía que seguro regresará la que a su vez envió. No dudes del valor que tienen la bella curva de tus labios y el poder que le dará a tus años imperfectos, no dudes que al final se encriptará en tu interior produciendo en ti una persona nueva con clave propia para ser feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario