LOS MAGOS Y SU MAGIA

La mayoría de los seres humanos no podemos descubrir el secreto de los trucos de magia de cualquier mago del espectáculo, nos falta conocimiento del tema, tenemos la incapacidad,  la limitación y una evidente inferioridad en ese sentido. La paloma sale misteriosamente de una chistera o de la mano del mago y eso es lo que se ve a simple vista, dejándonos maravillados. Como desconocemos los entresijos del "truco" no sabemos explicar cómo  pasa pero es evidente que pasa. Es nuestra ignorancia la que nos impide entender el porqué y el cómo de cada truco. Tenemos que reconocer la destreza y superioridad del profesional que domina este arte.
¿Podemos comparar a Dios con un gran Mago, que cada día nos sorprende con millones de actos maravillosos que hacen la vida espectacular? Aunque Dios no tiene trucos sino que es verdadero, muchas de sus obras son aún incomprensibles para los humanos.
¿Qué nos impide disfrutar del espectáculo?
A pesar del destrozo y la depravación del ser humano sobre este planeta tan singular, siguen produciéndose miles de actos de "magia"que ese poderoso "mago" ha dejado establecidos para que nos maravillen y nos beneficien a diario.
No poder entender toda la maravillosa conjunción de fuerzas que el Creador ha utilizado en el diseño del universo, y en particular en el diseño de las producciones del planeta tierra, no puede ser excusa para la negación de su existencia.
Son nuestras limitaciones las que impiden que sepamos el "truco" de cada obra.
No cuestionamos la existencia del mago porque no entendemos sus trucos, de hecho, los magos tienen sus conocimientos bien protegidos pues si el espectador sabe tanto como ellos, la magia se pierde.
Cada uno de los actos que no entendemos es perfectamente explicable y muy posible para el que los crea. El artista los conoce aunque los demás no los entendamos, sencillamente no conocemos el proceso, ni los elementos físicos, químicos o de otra índole usados en cada acto creativo.
Tan limitados estamos aún para entender las miles de cosas maravillosas que suceden en el universo, que cualquier artilugio lanzado al espacio y que pulula por él, se convierte en el hazmerreír ante la más pequeña estrella. Y es que vamos tanto de "sobrados" los humanos que perdemos las razones, tan poca imaginación nos queda que estrangulamos la fe, tan pobre es nuestra ternura que ignoramos los milagros, tan ciegos estamos que ni toda la luz puede disipar nuestra ceguera, tan absurdos somos que ni oyendo todas las palabras entendemos una idea.
¿Vamos a cuestionar al Creador de todo lo maravilloso? ¿Acaso él no conoce bien su oficio?