miércoles

PESO QUE PESA


Algunos días se sabe que sale el sol porque se siente movimiento de personas por calles y las plazas de las ciudades y los pueblos, porque se escucha el griterio de los niños y el bullir de mucha gente de un lado para otro. Pero aún no amanece para el cuerpo que es una mole inapetente y no puede moverla ni un terremoto, que es como un remolino de estrellas revolviéndose por el universo sin propósito alguno, que es un carro cargado de piedras que nadie necesita. Como los pies no quieren andar ni los ojos abrirse, hay que colgarse el día emntero de la nada, con la esperanza de que nadie se dé cuenta de las horas muertas de ese día negro. A pesar de que afuera está el sol luciendo, para el peso que pesa es de noche.
No se tienen fuerzas ni ganas para exhalar un suspiro porque las emociones mas densas y tormentosas se desatan apaleando el ánimo. Y un gran peso que pesa aplasta de forma dominante, muerde caprichoso, hiere sin sentido, anula en impotencias y aísla bajo tierra. Y se desata el torbellino de los interrogantes seguido del agujero del desespero. El cortacésped corta, la aspiradora aspira, el molinillo muele, el horno cuece y fríe la sartén. Los ojos perdidos en la nada y los labios hundidos en una triste mueca. De este peso puede una levantarse pero cada día un poco más débil, cada día un poco más lela pero mirando al futuro.

No hay comentarios: