lunes

PERDER O GANAR


En una ocasión, varios de los que decían ser amigos de Jesús y le acompañaban con frecuencia le dijeron que uno de sus discursos era ofensivo y lo rechazaron alejándose de él. Eso demostró que no eran amigos, ni le conocían bien, y que hay amistades con un interés circunstancial, que nunca entran a conocer y valorar a las personas en su plenitud, y que, pronto dan un giro y abandonan.
Que importante es ir más allá de la superficie, al verdadero fundamento de las personas y ser sus amigos por lo que realmente son y no cuestionarlos prontamente, tampoco estar con ellos porque nos puedan favorecer en algo. En el caso de Jesús, aquellos hombres no quisieron profundizar en el significado de lo que él decía y por qué lo decía, prefirieron volver a sus rutinarias vidas antes que seguir disfrutando de su amistad y seguir aprendiendo al lado del hombre más hombre y más grande que jamás haya existido. Prefirieron la distancia, la lejanía y la frialdad antes que poner en claro lo que no extendían de su amigo, antes que clarificar cualquier duda. Ni que decir tiene que aquellos hombres dejaron perder una gran oportunidad, dejaron de subir a un tren que pasó para ellos esa única vez.

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