DETRAS DE LA MONTAÑA

Al otro lado de una montaña negra, al que se accede por un camino tortuoso, se halla un sueño que se teje, a diferencia de otros, con los resistentes hilos de la esperanza. Aunque nuestra ansia calcule una demora, no desiste de su realidad posible porque una energía muy poderosa hila en el uso, para que resulte manifiesto el tejido  de verdad.
Tamarillas, violetas y lirios silvestres son sus cómplices porque no prescinde de la belleza y, aunque planeen las aves carroñeras sobre él, no está en ellas el poder de frenar su desarrollo.
Ya resuma el presente una gran fortaleza por la perspectiva de una heredad sin coste, ya cada recodo del camino es una ampliación hacia la luz del nuevo logro. Se vive hoy parte del sueño en el avance hacia él, y tan sólo existe un mirar atrás para arrepentirse de la anterior ofuscación. Dentro de cada cual hay cierta medida de fuerza y la aspiración para alcanzarlo. Un intenso deseo puede hacer transparente a esa montaña siniestra y allanar el camino que te lleva hasta el valle de tus sueños. Porque si no hay esperanza no hay paso, ni lucha por superar la montaña hasta alcanzar el valle.