martes

TEJER LIBERTAD

Muchas veces hemos sentido la necesidad de ponerle alas a nuestro corazón al sentirlo cargado por el dolor de un desengaño. Y hemos deseado dejarlo volar ligero y libre de todo peso de revancha, pero ese traidor tiene muchos rincones oscuros donde se pueden ocultar emociones negativas que lancen sus dardos envenenados cada vez que un nuevo dolor esté llamando a su puerta, porque el dolor siempre llama directo a la puerta del corazón haciendo caso omiso al filtro de la razón.
No obstante, para nuestra dicha, no está todo perdido, para nuestra alegría, el corazón puede quedar limpio y libre de amarguras y podemos conducirlo bien sujeto con las riendas de los buenos pensamientos y estando resueltos a que el único sentimiento que alojemos en él sea el amor
. La dificultad estriba en lo anterior dicho, en la facilidad que tienen algunas emociones negativas de instalarse en él, sin permiso de la razón.
Si un hombre protege los tesoros de su casa con un servicio de vigilancia, cuanto más nosotros deberíamos proteger nuestro corazón con una alerta de 24 horas ante los malvados intrusos que quieren invadirlo.
Nadie puede hacerlo en nuestro nombre y sólo de nosotros depende redoblar la vigilancia pues nuestra paz y nuestra liberdad bien lo merecen.

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